Percibimos riesgo cada vez que observamos una situación o resultado y suponemos y/o concluimos que obtendremos algo negativo a cambio, ya sea, un comentario desagradable, un golpe, una enfermedad o la muerte.
![](https://static.wixstatic.com/media/ffc936_f0618a29b6ab4bf093a87edd7c0f7554~mv2.jpeg/v1/fill/w_980,h_980,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/ffc936_f0618a29b6ab4bf093a87edd7c0f7554~mv2.jpeg)
El sentido de riesgo obedece, la mayoría de las veces, a nuestras emociones más que la lógica, estadística y evidencia.
Con esto en mente, es necesario preguntarnos si la percepción de riesgo que estamos evitando o dispuestos a afrontar, está siendo influenciada por información concreta o por nuestras emociones.
Seguramente has vivido una situación en la cual estas con un familiar o un amigo, y quieren hacer algo diferente de la rutina o solamente realizar una actividad, y cuando propones un plan, la otra persona puede rechazar por completo tu plan por tener miedo a fracasar, y por más que platiques con el o ella, por más que le hagas saber que es seguro, no cambia de opinión. ¿te ha pasado? Y seguramente has vivido el papel contrario de este escenario.
"Cuando tenemos miedo, nuestra percepción del riesgo aumenta."
¿Has sentido un coraje muy grande, y por ello, has tomado malas decisiones? Probablemente has visto a alguien que dentro de su coraje comete acciones de riesgo, ya sea golpear, insultar o romper algo. A lo mejor alguien va al volante, se molesta con un conductor porqué está haciendo alto o está parado, y por querer sacarle la vuelta, se va en sentido contrario o se sube a la banqueta, y además de infringir la ley, puede provocar un grave accidente.
"Cuando nos enojamos o estamos molestos, nuestra percepción del riesgo disminuye."
Es importante conocer e identificar estas emociones porque afectan en gran medida las acciones que tomaremos para solucionar nuestros problemas. No porque nos enojemos y actuemos rápido realizaremos la mejor decisión, y por tener miedo puede que no realicemos ninguna acción, o la situación o las personas tomaran la decisión por nosotros, y probablemente no estemos felices con ello.
![](https://static.wixstatic.com/media/ffc936_1ddd38842d7a460dbf8cf121bf62279e~mv2.jpeg/v1/fill/w_980,h_980,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/ffc936_1ddd38842d7a460dbf8cf121bf62279e~mv2.jpeg)
El evaluar el riesgo es algo que ha estado en nuestra mente por muchas generaciones. Es una respuesta innata, pero el poder controlar la intensidad de nuestras emociones y poder reevaluar el riesgo son habilidades que aprendemos y mejoramos.
Lo que podemos hacer para disminuir y ver con claridad la situación de riesgo, es recomendable:
![](https://static.wixstatic.com/media/nsplsh_dbcdf954d54f4bfb8033f92918b83269~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_652,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/nsplsh_dbcdf954d54f4bfb8033f92918b83269~mv2.jpg)
Identificar el riesgo: ¿Qué está pasando? ¿En dónde está pasando? ¿Me involucra directa o indirectamente?
Identifica tu situación actual: ¿Qué pierdes? ¿Qué ganas? ¿En qué te beneficia? ¿En qué te perjudica?
Identifica quienes están involucrados: ¿El riesgo afecta a tus familiares, amistades, conocidos o extraños? ¿La decisión o acción que tomes afecta a alguien más?
Identifica diferentes resultados: ¿Qué hago para sacar más provecho? ¿Qué puedo hacer para perder menos? ¿Cómo puedo beneficiar o perjudicar a los demás?
Puedes usar estas preguntas como un filtro con el fin de ampliar tu percepción y tomar más control. Puedes hablarlo con los directos o indirectos involucrados y en conjunto tomar una decisión.
Si el problema solo te afecta a ti, y no sabes con quien hablarlo o no tienes idea de como solucionarlo, acude con un profesional de la salud, un abogado, o con las respectivas autoridades.
"No porque no veas una solución, no significa que no tenga solución."
Comments